¿Se te taponan los oídos en el avión?

Infografía de Air Europa

Infografía de Air Europa

El taponamiento de oídos es muy habitual al volar en avión aunque también sucede al realizar otras actividades como por ejemplo submarinismo, ya que este efecto está directamente relacionado con los cambios de presión que suceden a bordo.

Especialmente en las etapas del vuelo que se corresponden al despegue y aterrizaje del avión, son en las que puedes notar los efectos del cambio de presión en tus oídos generándote taponamiento, zumbidos, pérdida de audición o incluso dolor.

¿A que se debe este taponamiento de oídos?

Aunque las cabinas de los aviones estén perfectamente presurizadas, la presión atmosférica cambia proporcionalmente al cambio de altura, de forma que, cuanto más asciende el avión durante el despegue, menor presión atmosférica; y cuanto más desciende durante el aterrizaje, mayor presión.

Esto provoca que la Trompa de Eustaquio se bloquee y suframos, lo que en medicina se llama un “Barotrauma”, que es exactamente el típico dolor de oídos que notamos a bordo de un avión.

Así mismo, los bebes y los niños pequeños sufren los mismos síntomas al volar y en ocasiones, pueden notarlo de una manera más intensa que cualquier adulto dado a que sus oídos son más delicados, hecho por el cual usan su única herramienta de comunicación, el llanto.

Es importante saber que cuando estamos constipados o tenemos fiebre alta estos efectos se acentuarán y en ocasiones es recomendable evitar viajar en avión.

Consejos para evitar el taponamiento de oídos en el avión

Para prevenir o disminuir los efectos del cambio de presión tenemos que echar mano de la cartera de remedios caseros.

El objetivo principal para minimizar los efectos es hacer que el aire circule a través de los conductos de aire de oídos, nariz y boca, por eso los mejores remedios son realizar las siguientes acciones durante las fases de despegue y aterrizaje:

  • Mascar chicle, chupar un caramelo o un chupete en el caso de un bebé, con el objetivo de tragar mucha saliva.
  • Bostezar o abrir la boca lo más que puedas y ejercitar la mandíbula moviéndola de un lado a otro.
  • Usar tapones filtrados. Aunque su efectividad no está probada, es una posibilidad a tener en cuenta. Este tipo de tapones se encarga de graduar el cambio de presión de manera que no sea tan repentino.

Texto: Billete 996 El Blog de Air Europa